
En los últimos años se ha producido un incremento importante del conjunto de normas jurídicas que protegen los derechos de los pacientes, como las que amparan el derecho a la información en toda actuación sanitaria. Esto supone que cualquier error, daño o mal funcionamiento en la atención debe ser comunicada al propio enfermo: se trata de un derecho del paciente y también, por supuesto, de un deber del profesional sanitario. Además, en caso de acreditarse, puede dar lugar a las correspondientes responsabilidades. Nuestros expertos están capacitados para plantear con éxito cualquier tipo de reclamación en materia sanitaria.